Los Salesianos de Don Bosco llegan a Nicaragua el día 22 de marzo de 1912, procedente de la hermana República de El Salvador, los primeros salesianos fueron: El P. José Dini, el seminarista Jorge Müller y el hermano Coadjutor Esteban Tosini. La primera casa fundada fue en Granada, ubicada en la esquina Noreste del colegio actual.
La llegada de los salesianos fue largamente esperada por los habitantes de la ciudad de Granada, especialmente porque ya se había adelantado la devoción a María Auxiliadora y la fundación de los Salesianos Cooperadores, tercera rama fundada por Don Bosco dentro de su Familia Religiosa.
La gran bienhechora de la primera obra salesiana, cuyos esfuerzos lograron tan loable hazaña, fue Doña Elena Arellano (1836-1919), Mujer distinguida de la ciudad por su gran espíritu caritativo y entrega a los más necesitados. Su hermana Luz Arellano también contribuyó para que la presencia salesiana se asentara en la Gran Sultana.
Once años antes de la llegada de los Hijos de Don Bosco, ya se tenía noticia del deseo de la fundación en este país centroamericano en la casa general de los salesianos en Turín, sin embargo, Don Rua (1837-1919) por falta de personal no pudo conceder el tan esperado deseo. Sin embargo la voluntad de Doña Elena fue férrea y tras vencer los obstáculos, logró transmitir aquel sueño a Monseñor Cagliero (1838-1926), primer cardenal salesiano y enviado como representante pontificio en los países centroamericanos para solucionar los conflictos de la Iglesia con los gobiernos emergentes.
Otro gran facilitador y simpatizante de la fundación de Granada fue el P. José Misieri, superior de la provincia Centroamericana en aquel entonces y a quien se le debe el diseño y la construcción de la bella capilla de María Auxiliadora, quien sirvió de intermediario para la fundación, su amor por la ciudad de Granada y el bien que le prodigio, le llevaron a ser un ciudadano distinguido y a morir con olor a santidad. Sus restos actualmente se encuentran frente al altar mayor de la recientemente restaurada capilla de María Auxiliadora.
El primer frente de los Salesianos en Nicaragua consistió en una escuela elemental de artes y oficios y un oratorio, de donde pronto se propagó el carisma salesiano a toda la ciudad y posteriormente a toda la nación. Es de hacer notar que unas semanas antes, habían llegado las Hijas de María Auxiliadora, abriendo una escuela para las chicas de la ciudad.
Los frutos de la presencia salesiana no se hicieron esperar, cientos de ex alumnos pasaron por sus aulas, la devoción de María Auxiliadora se extendió en el corazón de miles de personas, hasta convertirse en una de las devociones con mayor simpatía y número de fieles en la ciudad, vocaciones religiosas, siendo un Nicaragüense el primer salesiano de Centroamérica, el hermano coadjutor Narciso Sequeira (1851-1923), y no se puede dejar de mencionar a la Beata Sor María Romero (1902-1977) fruto de la primera generación de salesianos y salesianas.