06 Agosto 2012.- “Vengo a Mornese como Don
Bosco hace 140 años. Él lo hizo para iniciar, junto con Madre Mazzarello, el
Instituto. Yo lo hago para alabar al Señor que ha hecho maravillas con
vosotras”.
Así comienza el mensaje enviado por el Rector Mayor a la Madre
Yvonne Reungoat con ocasión del 140 aniversario, el 5 de agosto, de la
fundación. En el pequeño pueblo del Alto Monferrato, cuna del Instituto de las
Hijas de María Auxiliadora, el P. Chávez presidió la profesión perpetua de 5
FMA.
El
Rector mayor, que había llegado en la tarde del día 4 de agosto, hablando a las
hermanas que estaban concluyendo los ejercicios espirituales, ha recordado que
la Vida Consagrada vive actualmente una fuerte crisis, pero más que nunca es
indispensable. “Frente a un mundo secularizado, la Vida Consagrada es necesaria
para afirmar lo absoluto de Dios; frente a un mundo neoliberal, la Vida
Consagrada es necesaria para afirmar la opción por los más pobres y por los
últimos de la sociedad; frente a un mundo donde siempre se abre camino el individualismo,
la Vida Consagrada se convierte en profecía de fraternidad"
En
la celebración del 5 de agosto estaba presente sor Emilia Musatti, Vicaria
General, en representación de la Madre Reungoat, que ha celebrado el 140
aniversario en Colombia.
“Me
alegra que esta celebración, - prosigue el mensaje del Rector Mayor a la
Superiora General de las FMA - que culmina este año que habéis buscado y
querido como un gran estímulo de renovación espiritual y conversión pastoral de
las Hijas de María Auxiliadora para que el Instituto siga siendo un signo del
amor preventivo de Dios para las chicas y los chicos de hoy, esté acompañada
por las primeras profesiones de las novicias, la renovación de la profesión de
tantísimas hermanas en formación y por la profesión perpetua de otras tantas
hermanas.
Esto
es un hermoso signo y una manifestación de la fidelidad de Dios y la vuestra
porque es como si tantísimas nuevas 'Maín' nacieran, haciendo propio el
proyecto de vida evangélico suyo y de Don Bosco y así aseguraran la continuidad
y el desarrollo de esta Obra, surgida por iniciativa de Dios, por la fuerza del
Espíritu y con la colaboración materna de María Inmaculada Auxiliadora.
En
Mornese, donde se reúnen espiritualmente todas las Hijas de María Auxiliadora,
junto a ti, invito a responder a esta magnanimidad del Señor como María con el
Magníficat y a alabarlo a Él con un canto de gratitud y alabanza por las
maravillas que ha realizado en vosotras y por medio de vosotras.
Querida
Madre Yvonne, hoy tenéis una hermosa historia del Instituto que contar,
mostrando la expansión, el crecimiento de las vocaciones y la santidad de las
hermanas. Sin embargo, no es suficiente contemplar el pasado con gratitud. El
140 aniversario es la ocasión para afrontar el presente, tan diferente del
tiempo de los orígenes, con confianza y valentía, para responder a los nuevos
desafíos con los que debe contar nuestra vida y nuestra misión. Además, el 140
aniversario es también una ocasión para soñar con fantasía y generosidad el
futuro, que tendrá que ser siempre de mayor fidelidad a Dios, a la Iglesia y a
la sociedad, especialmente al mundo juvenil.
Un fuerte abrazo y mi bendición”. (don Pascual Chávez V., SDB)
La
Madre Reungoat, desde el continente americano, respondió: “Gracias por la
riqueza del contenido y por tu corazón paterno que recuerda mucho al de Don
Bosco.
Hace 140 años, nuestro Fundador estaba en Mornese para celebrar las primeras profesiones como FMA de 11 jóvenes. Y es hermoso que hoy, su noveno Sucesor, repita la visita para dar gracias al Señor.
Hay
tantas historias de vida en estos 140 años. Además de cultivar la memoria del
pasado, queremos proyectarnos hacia el futuro, donde nos esperan desafíos y
oportunidades con las que debernos enfrentarnos, conjugando a la vez 'fantasía
y generosidad', como nos aconsejas. Aquí, en América, aún está vivo el eco de
la carta de María Domenica Mazzarello.
Al
agradecerte de corazón tu visita y también este gesto de exquisita delicadeza
de ir a Mornese en un día tan significativo para nosotras, te saludo con las
palabras que María Domenica usaba para concluir sus cartas: Nos
encontramos en el Corazón de Jesús.
María
Auxiliadora nos ayude a cantar juntos el Magníficat por las grandes cosas que
Dios ha realizado en cada una de sus hijas y en la historia del Instituto en
estos 140 años.
Gracias
de todo corazón, querido don Pascual, también por su bendición.
Te saludo e intercambio el afecto, junto con la oración por la plena recuperación de tu salud”.
Te saludo e intercambio el afecto, junto con la oración por la plena recuperación de tu salud”.
Fuente: ANS